miércoles, 11 de septiembre de 2013

DISPLASIA DE CADERA







DISPLASIA

El perro lobo checoslovaco es una raza particularmente fuerte frente a las enfermedades comunes que encontramos en otras razas caninas como puedan ser, parvovirosis, moquillo,leptospirosis, etc. Sin embargo, la consanguiniedad excesiva presente, hace que afecciones como la displasia de cadera y codo (heredada del pastor alemán), la mielopatía degenerativa y enanismo principalmente, sean su "talón de Aquiles". Las buenas prácticas en la reproducción y en la elección de ejemplares son la mejor "vacuna" de protección que les podamos dar. Displasia La Displasia de Cadera es la enfermedad osteoarticular más frecuente en perros, es una enfermedad típica de perros de razas grandes y medianas, menos frecuente en razas pequeñas.
La Displasia de Cadera en Perros es una enfermedad hereditaria que implica un grado variable de laxitud articular de la cadera, causando una incongruencia entre la cabeza del fémur y el acetábulo. Esto conduce a un proceso degenerativo articular (desgaste prematuro de los cartílagos articulares) y a la aparición de osteoartrosis. Cuando está presente en cachorros, la displasia es, en la mayoría de los casos, bilateral.
Su primera definición fue realizada en Estados Unidos en 1935 por Schnelle, hace más de 70 años.
Este término procede del griego “dys” dificultad y “plasso” o “platto” formas, por lo que hace referencia a la dificultad en formarse bien.
La Displasia de Cadera en Perros es una enfermedad de carácter multigénico, es decir, son varios los genes implicados en su aparición y desarrollo. Concretamente, en esta enfermedad participan locus de rasgos cuantitativos (QTL), que son una región de un cromosoma que contiene un gen o grupo de genes que influyen en la expresión fenotípica de la enfermedad. Cuando aparecen codificados en su ADN un número suficiente de genes, y éstos se expresan durante su desarrollo, es cuando aparece la displasia de cadera. En el año 2009 fueron identificados los QTL implicados en el caso del Labrador Retriever [2]. Esto ha permitido un mapeo y la posterior evaluación de los genes candidatos (marcadores genéticos) y así desarrollar pruebas de cribado genético y regímenes terapéuticos preventivos.
En la actualidad se continúan investigando los genes implicados en el desarrollo de la enfermedad. Un reciente artículo, donde se han estudiado casos de esta enfermedad en el Labrador Retriever, identifica a los genes GDF15, COMP y CILP2 como posibles candidatos. Estos estarían involucrados en la interrupción de la formación de hueso endocondral en combinación con defectos de tejidos blandos que están implicados en la etiología de la displasia de cadera[3]
Igualmente estos estudios se están realizando con otras razas que presentan una alta incidencia de dicha enfermedad. En concreto, recientemente se ha identificado y validado el QTL implicado en la displasia de cadera en el caso del Pastor Alemán [4]
Conclusión: para que un animal se encuentre afectado por la displasia, esimprescindible que posea una genética alterada, en un mayor o menor número de genes. Esta carga genética alterada es heredada de sus padres. Se presenta con una mala congruencia de la cavidad acetabular (cadera) con las cabezas femorales que pueden aparecer luxadas o sub luxadas, es decir, fuera de su lugar natural. La cabeza del fémur al no tener un buen recubrimiento "baila” y esto produce estrés, inflama y debilita la articulación y los tejidos periarticulares. Es muy frecuente que aparezcan cambios degenerativos de Osteoartrosis. La osteoartrosis que aparece debido a la displasia causará los problemas de inflamación, dolor, que a su vez harán que el perro cargue más peso en las manos, menos en los posteriores y por lo tanto use menos los posteriores y aparezca una clara atrofia muscular en el tercio posterior que agravará los síntomas. Los síntomas varían un poco dependiendo de la raza y sobretodo de la edad del perro, debemos pensar que para el diagnóstico se realiza una radiografía en distracción, es decir con el perro tumbado hacia arriba y tracción simétrica en los miembros posteriores, normalmente con el perro anestesiado o muy sedado, pero no siempre los síntomas guardan correlación con el resultado de la radiografía. A veces observamos perros con mucha displasia y que presenta poco dolor o incluso nada y también el caso contrario, mucho dolor con un resultado en la exploración radiológica que no es tan malo

El dolor depende más de la inflamación de la articulación (sinovitis) entre otros factores que de la displasia en si. A partir de los 5 o 6 meses, empiezan los signos de alerta, el perro se para mal (saca una pierna hacia fuera), tiene dificultad para mantenerse en pie, no carga peso en los posteriores, pueden tener signos de dolor después del ejercicio, resbalar, caerse, cambiar el humor de forma súbita, volverse más agresivos, rehuir la presencia del propietario cuando acariciarle y presentar la marcha típica del perro con displasia que es el balanceo de la parte posterior y la carrera como un conejo.
A veces al final del crecimiento los síntomas desaparecen o se minimizan mucho, quedando como único signo claro la marcha en balanceo. La displasia de cadera tiene claros índices de heredabilidad, aunque muchas veces los perros son portadores pero no desarrollan displasia de cadera, no están claros todos los factores tanto ambientales como el desarrollo rápido y la nutrición como genéticos ni sus mecanismos de acción y podemos ver hijos con displasia de cadera de padres normales e incluso viceversa, aunque no es muy ético hacer criar a padres enfermos. El exceso de peso, una dieta no variada donde los perros puedan escoger son factores que han demostrado que aumentan las posibilidades de padecer la enfermedad. El periodo más crítico del desarrollo de esta enfermedad es entre los 3 y 8 meses, la reducción de la ingesta calórica y un ejercicio regular sin mucho impacto podría ser una decisión interesante para evitar la displasia de cadera en esta fase.
En los perros mayores, los problemas vienen determinados como consecuencia de la artrosis que presentaran, los síntomas más típicos son la dificultad para levantarse, la marcha en balanceo de las caderas, observamos que carga mucho más peso delante y que camina ayudándose de las extremidades anteriores (remando más que propulsando), tienen muchas dificultades para ponerse sobre los posteriores, subir escaleras, entrar al coche o subirse al sofá. . A veces presentan cojera que desaparece después de caminar un breve período de tiempo, que se sufre más por la mañana al levantarse sobre todo si no se ha descansado de forma correcta o sobre un colchón adecuado, las extremidades las suelen colocar flexionadas mientras caminan, sus pasos son cortos ya que les duele la extensión de las caderas y presentan un desarrollo de la masa muscular de los posteriores (atrofia) muy importante. Los tiempos de los paseos se reducen mucho, el perro se sienta o se tumba y no quiere salir a pasear o para mucho durante el paseo. Aunque existen diversas clasificaciones, la Federación Canina Internacional se basa en esta clasificación: A Ningún signo de displasia. B Articulaciones de cadera casi normales. C Displasia ligera. D Moderada o media E Grave Siguiendo las normas de la FCI que los reproductores se podrán cruzar entre si según el grado de displasia: · Grado A es apto para la cría. Puede cruzar con grados A, B y C. · Grado B es apto para la cría. Puede cruzar con grados A y B. · Grado C es apto para la cría. Puede cruzar solo con grado A. · Grado D no es apto para la cría. · Grado E no es apto para la cría.



Aunque existen métodos quirúrgicos: escisión del músculo pectíneo, triple osteotomía de cadera, artroplastia de la cabeza femoral, forage, prótesis de cadera… al final el tratamiento es puramente paliativo, incluye la farmacología: antiinflamatorios y protectores de cartílago, reducción de peso, ejercicio moderado y sobretodo regular, la fisioterapia puede ayudar mucho a desarrollar mejor la musculatura sin dolor a sacar tensiones y eliminar compensaciones que el perro ha realizado, mejoras en el entorno: dormir en un buen colchón por ejemplo el colchón para perros mayores, no pasar frío ni exponerse a mucha humedad, y todos los tratamientos coadyuvantes como son la acupuntura, masajes, reiki, flores de bach… Podemos ayudar de muchas manera a nuestro perro con displasia de cadera, el ejercicio físico regular nos puede ayudar mucho a mejorar la masa muscular que nos puede hacer soportar mejor la mala congruencia articular, la fisioterapia y los masajes permiten tener siempre al perro en un estado muscular correcto, los protectores de cartílago retrasan la aparición de la artrosis, los antiinflamatorios evitan o reducen el dolor, podemos proteger al perro del frío con mantas térmicas y en caso que el perro le cueste levantarse ayudarlo con arnés para posteriores, es importante que el perro se sienta cómodo y que le estimulemos a moverse y hacer ejercicio.



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