lunes, 18 de abril de 2016

ESTENOSIS AORTICA

                                                          ESTENOSIS AÓRTICA






Incidencia 

La estenosis aórtica es la cardiopatía congénita más frecuente en caninos, siendo de mucha menos frecuencia en felinos. Las razas más predispuestas a padecer esta enfermedad son el Bóxer, Labrador, Golden Retriever, Rottweiler, Pitbull, entre otras, pero sin lugar a dudas el bóxer es el más afectado. No existen diferencias entre machos y hembras en cuanto a la predisposición. Una de las características de esta patología es que gran número de los pacientes que la padecen son asintomáticos, ya que el grado de afección en ellos es leve. La estenosis aórtica puede presentarse sola o, como ocurre en muchas ocasiones, acompañarse de insuficiencia aórtica y/o displasia mitral, aumentando así la posibilidad del desarrollo de sintomatología clínica.




Presentación

Si bien normalmente escuchamos hablar de "estenosis aórtica" existen tres formas de presentación a saber, de acuerdo al lugar donde se encuentre la estenosis:

_Estenosis subvalvular o subaórtica
_Estenosis valvular o aórtica
_Estenosis supravalvular o supraaórtica
La más frecuente es la estenosis subaórtica, siendo las dos presentaciones restantes raras de encontrar.
La causa más común de la estenosis subaórtica es la presencia de una mayor angulación aorto-septal, generando una mayor turbulencia en el flujo sanguíneo con un consecuente incremento del estrés de rozamiento. Así se genera lesión y fibrosis del endocardio. Otras causas posibles son alteraciones del septum conotruncal, septum interventricular, o de la cúspide septal de la válvula mitral. 

Clasificación de la estenosis subvalvular

De acuerdo a las alteraciones histopatológicas observadas post-mortem, la estenosis subaórtica puede clasificarse de la siguiente manera, bajo la clasificación denominada "Pyle-Patterson":

_Clase 1: Presencia de nódulos pequeños en el endocardio del septum interventricular, debajo de la válvula aórtica.
_Clase 2: Anillo pequeño parcialmente extendido en el tracto de salida del ventrículo izquierdo.
_Clase 3: Banda fibrosa en el tracto de salida del ventrículo izquierdo. 

Fisiopatología

La fisiopatología de esta cardiopatía se basa en la estenosis o estrechamiento que existe en el espacio subvalvular o subaórtico. Esto lleva a que el ventrículo izquierdo esté sometido a una sobrecarga de presión debido al aumento de la poscarga, que da como resultado una hipertrofia concéntrica de dicho ventrículo. Esta hipertrofia se genera con el objetivo de disipar las tensiones ventriculares (recordar ley de Laplace). La hipertrofia concéntrica genera una disfunción diastólica, produciéndose una disminución del volumen diastólico final ventricular, con una consecuente menor descarga sistólica y déficit del volumen minuto.

A su vez, la hipertrofia ventricular puede generar focos ectópicos, desarrollándose así arritmias ventriculares, responsables de la signología clínica inicial.

En estadios más avanzados, la disfunción diastólica crónica puede llevar a la dilatación del atrio izquierdo, produciéndose síntomas de congestión y edema pulmonar, cuando la enfermedad sufre descompensación. 

Sintomatología

Si bien muchos animales son asintomáticos, el único síntoma que se presenta en la etapa compensada de la enfermedad es la presencia de desmayos o síncopes, que son generados por la presencia de arritmias secundarias a la hipertrofia ventricular izquierda.

Cuando la cardiopatía llega a una fase descompensada puede observarse tos y disnea, como consecuencia de la dilatación atrial izquierda.Examen clínico

En la exploración se ausculta un soplo holosistólico o pansistólico, creciente, con proyección hacia la base cardíaca, en el foco valvular aórtico, cuya intensidad es variable. En las estenosis leves el soplo es 1/6 o 2/6; en las moderadas es 3/6 o 4/6; y en las graves 5/6 o 6/6.

También puede auscultarse la proyección carotidea del soplo, posicionando el estetoscopio sobre la zona correspondiente a la arteria carótida.

El pulso puede ser normal o de amplitud disminuida. 



Exámenes complementarios

Tanto en la radiografía de tórax, como en el ecocardiograma 2-D se puede observar aumento del tamaño del ventrículo izquierdo, más o menos evidente de acuerdo al grado de la estenosis. En el ecocardiograma se puede apreciar claramente que la hipertrofia presente es concéntrica, generándose un aumento del valor del espesor parietal relativo. En la radiografía podría visualizarse, principalmente en el caso del Labrador, una dilatación post estenótica de la arteria aorta, ya que en las demás razas suele no presentarse esta particularidad o puede ser poco evidente.
El electrocardiograma puede ser normal, o expresar sobrecarga eléctrica ventricular izquierda. Es importante observar la presencia de arritmias ventriculares, principalmente complejos prematuros ventriculares y/o taquicardias ventriculares. 


La ecocardiografía doppler resulta de fundamental importancia, no sólo para el diagnóstico de la patología, sino principalmente, para la evaluación del pronóstico, ya que determinando el gradiente de presión que existe entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta podemos determinar la gravedad de la enfermedad. 



También resulta interesante el cálculo de este gradiente para realizar la evaluación de la respuesta del paciente al tratamiento. 

Tratamiento

El tratamiento tiene como objetivo preservar el miocardio, siendo los B-bloqueantes las drogas a utilizar. Si bien existen muchas opciones, el atenolol generalmente es el fármaco de elección, debido a sus efectos benéficos sobre el miocardio y la nula acción sobre el aparato respiratorio.

FUENTE...
Dr. Andrés Sosa
Médico Veterinario (UNLPam)
Especialista en Cardiología Veterinaria (Título universitario otorgado por la U.B.A)

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